Deseos vanos

Te veo cada mañana, me cruzo contigo por la calle. Hoy he retenido la marcha disimuladamente y he esperado a que llegaras a mi altura antes de atravesar por el paso de peatones de siempre, para que mis ojos recorrieran por un breve instante tu cuerpo. No sabes cuánto me gustaría contarte esto. Cualquier día me decido y, aunque te sorprenda, rompo el hielo que nos rodea a esas horas tan tempranas. Pero sé que es imposible, porque tu no existe y yo tampoco.
  
Víctor M. Jiménez Andrada Publicado en AVP 20/2/2012
Ilustración: El deseo. Ezequiel Trevisi

No hay comentarios: